domingo, 24 de marzo de 2013

Buñuelos de viento y ¡primaveraaa!

¡Holaaa! ¿Qué tal andáis? Por aquí todo bien, ¡ya estamos en primaveraaa! Para muchos es una estación del año complicada por el tema alergias, por suerte como por aquí no tenemos mucho de eso pues nos quedamos con que a partir de ahora va a empezar a hacer cada día más calorcito, ¡yujuuu! Se acabaron las mañanas cebolla, ésas que tienes que ponerles a los niños (me incluyo yo también claro, que soy muy friolera) veinte mil camisetas para que no pasen frío, además de gorros, guantes, bufandas, orejeras y fundas para los dientes, lo sé, soy una exagerada.

Y en primavera, además de flores y más horas de sol, ¿qué hay? Pues sí, las vacaciones de Semana Santa.
¿Y qué pasa en Semana Santa? Pues sí, entre otras cosas, pasa que se hacen muchos dulces, pero muchos, muchos, muchos. Así que, para no ser menos, os traigo una receta de buñuelos de viento.


De todas formas, me he estado documentando y he visto que los buñuelos no sólo se hacen por Cuaresma. En otros sitios es típico hacerlos para Todos los Santos, pero digo yo ¿y qué más da? Si están tan buenos que los puedes hacer cuando más te guste, total, para comerse unos cuantos siempre es buen día...

Vamos a por la receta.

Ingredientes

- 1/2 litro de leche
- 1 vasito de agua
- 50 gr. de mantequilla
- una pizca de sal
- 200 gr de harina
- 5 huevos
- azúcar
- la corteza de un limón
- aceite

Elaboración

- Calentamos en un cazo la leche con el agua, la corteza de limón, la mantequilla y le echamos un poquito de sal
- Cuando la mezlca empiece a hervir, bajamos el fuego y echamos de golpe la harina.
- Empezamos a remover con una cuchara de palo hasta que veamos que la masa se separa de las paredes del cazo. Como yo estoy floja de la espalda, precisé de la ayuda de mi contrario para que fuera removiendo él...
- Dejamos entibiar la masa
- Batimos todos los huevos, y los vamos agregando a la masa sin dejar de remover hasta que estén bien integrados y quede una masa homogénea. (De nuevo mi contrario me sacó del apuro...)
- Ponemos a calentar aceite para freír los buñuelos, hay que poner bastante. Tener que cuidado porque si está muy caliente, se quemarán por fuera y quedarán crudos por dentro.
- Con la ayuda de una cuchara, le vais haciendo forma a los buñuelos
- Al sacarlos del fuego, los dejáis en un plato con papel de cocina para que absorba el aceite.
- Los rebozáis con azúcar


Salieron un regimiento de buñuelos, pero no sé ni cómo ni por qué, al día siguiente sólo quedaban cuatro... ¡Menos mal que no nos gusta el dulce, eh Jaime! Jejeje


¡Que tengáis buenas vacaciones de Semana Santa! Quien las tenga, y quien no, pues no pasa nada, ¡a disfrutar de la vida! Muchos besos, muaaa.

P.D. Un alma caritatitva se apiadó de mí, o mejor dicho de mi pincel manco y me regaló un juego precioso de pincel y espátula (¡Mil gracias Susana!)


1 comentario:

  1. Apiádate tú de mi y hazme buñuelos (o Bololos como Dice Tu hija) para el lunes! Qué pintaza!

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